Por ello, los cardiólogos están poniendo el acento en la importancia de reducir estos retrasos con el objeto de mejorar las estadísticas; y es que aproximadamente, de los 70.000 infartos que hay al año en España, el 40% muere antes de llegar al hospital. Una vez en el centro hospitalario, apenas un 8% acaba en final trágico.
¿Quiénes son los colectivos de riesgo? «Es más frecuente en edades avanzadas, pero puede presentarse precozmente en hombres a partir de los 45 ó 50 años», explica el doctor Enrique Asín Cardiel, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Ramón y Cajal. Pero «también las mujeres que han pasado la menopausia pueden padecer enfermedad coronaria e infarto de miocardio; incluso en jóvenes, especialmente en consumidores de cocaína». En cualquier caso, el doctor Asín Cardiel explica que «aunque cada vez es mayor el numero de casos de enfermedad coronaria, por la mayor expectativa de vida de la población, la mortalidad por la misma y por infarto de miocardio, ha disminuido ostensiblemente por los tratamientos cada vez más eficaces».
Sin embargo, a juicio de este cardiólogo del Ramón y Cajal, se puede dar un paso más y acortar los tiempos para reducir la mortalidad. «Lo importante es proceder a la apertura de la arteria coronaria, causante del infarto lo antes posible, bien mediante fármacos (tratamiento fibrinolítico) o a través de catéter (angioplastia/Stent). Este último procedimiento se ha mostrado superior, pero siempre que no se retrase el tiempo de traslado para su aplicación, en este caso es mejor aplicar tratamiento fibrinolitíco», explica el doctor Asín Cardiel.
Pero el tiempo es oro y mucho más en este tipo de casos. Porque el tráfico, la lejanía del hospital o las condiciones climatológicas son, entre otras, algunas de las «trabas» con las que se puede encontrar un paciente afectado por la dolencia cardíaca, hasta que comienza a ser tratado en un hospital.
Coordinación
El doctor Asín Cardiel enfatiza sobre el interés de los planes de actuación integral -ya implantados en diferentes regiones con buenos resultados-, que deben abarcar desde la educación sanitaria de la población hasta la coordinación de todos los agentes que intervienen en el tratamiento del infarto: servicios de urgencia, sistemas de traslado por ambulancias debidamente equipadas, redes entre hospitales de diferentes nivel asistencial… para que el tratamiento sea lo mas rápido posible. «El tiempo es músculo y el músculo es vida»
Este cardiólogo del Hospital Ramón y Cajal insiste sobre la importancia de reducir el tiempo entre los primeros síntomas y el contacto con el centro hospitalario, «porque muchas veces se duda qué se debe hacer y es mejor una falsa alarma que un desenlace mortal».
«Los pacientes que han sufrido un infarto pueden tener un buen pronóstico, si se controlan bien los factores de riesgo, y se lleva la medicación adecuada. El ejercicio físico es fundamental».